Al comenzar estos 21 días de ayuno y oración, quiero animarte a que te unas a nosotros, para pensar en los próximos 21 días como algo más que estar sin comida, una lucha contra las tinieblas, o una disciplina para obtener lo que necesitas de Dios.
Todas esas cosas sin duda serán aspectos que encontraremos, pero hay más. Este es un viaje espiritual, piensa en ello como una peregrinación espiritual. Una peregrinación puede llevarte a un lugar nuevo físicamente pero principalmente te lleva a un nuevo lugar espiritual.
En el Salmo 84 el Salmista está escribiendo sobre aquellas personas que tenían el corazón puesto en hacer una peregrinación a Jerusalén. Escucha como escribe sobre los que están haciendo el viaje: “Bienaventurados los que habitan en tu casa” “Bienaventurados aquellos cuya fortaleza está en Ti”. La persona que sigue este camino es bendecida, tiene alegria, recibe fuerza, de hecho va de “fuerza en fuerza" y "victoria en victoria”
No estás haciendo este viaje solo, el Dios que te ama más de lo que puedes imaginar, te está llamando a un nuevo lugar, una nueva temporada, una nueva experiencia de Su gloria.
Este viaje de 21 días va a cambiar tu vida, has tomado el primer paso, estamos ansiosos por ver lo que Dios va a hacer.
“¡Cuán hermosas son tus moradas, Señor de los Ejércitos! Anhelo con el alma los atrios del Señor; casi agonizo por estar en ellos. Con el corazón, con todo el cuerpo, canto alegre al Dios vivo. Señor de los Ejércitos, Rey mío y Dios mío, aun el gorrión halla casa cerca de tus altares; también la golondrina hace allí su nido, para poner sus polluelos. Dichosos los que habitan en tu Templo y sin cesar te alaban. Selah Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, que de corazón camina por tus sendas. Cuando pasa por el valle de las Lágrimas lo convierte en región de manantiales; también las lluvias tempranas cubren de bendiciones el valle. Según avanzan los peregrinos, cobran más fuerzas, hasta que contemplan a Dios en Sión. Oye mi oración, Señor Dios de los Ejércitos; escúchame, Dios de Jacob. Selah”
Salmo 84:1-8 NVI